Podéis encontrar el pdf de 165 páginas aquí
https://www.csis.org/analysis/lights-out-wargaming-chinese-blockade-taiwan
A continuación mostramos un resumen del pdf generado con IA en castellano:
Capítulo 1: Introducción
El estudio comienza con una introducción al contexto geopolítico que hace plausible un bloqueo chino a Taiwán. Se establece que, a pesar de que una invasión directa podría parecer el escenario más extremo, un bloqueo representa una alternativa “intermedia” más viable para Beijing: coercitiva, pero no tan provocadora como una ocupación militar. Se analizan los motivos por los cuales China podría optar por un bloqueo, incluyendo tensiones internas, presión política y la percepción de un deterioro del statu quo. El capítulo explica también por qué este escenario merece atención urgente: por la creciente capacidad militar de China, el aumento de ejercicios militares agresivos, la retórica más belicosa desde Beijing y el interés estratégico que Estados Unidos, Japón y otros países tienen en evitar un cambio forzado en el estatus de Taiwán. También se destaca que, aunque no se asume que el conflicto sea inevitable, es lo suficientemente probable como para justificar una preparación seria mediante simulaciones tipo wargame.
Capítulo 2: Bloqueos en la historia y en la literatura actual
Este capítulo ofrece una revisión histórica de bloqueos navales y de cómo han sido utilizados como herramientas estratégicas a lo largo del tiempo. Se exploran casos emblemáticos como el bloqueo naval de la Guerra Civil estadounidense, el bloqueo de Cuba durante la Guerra Fría, y otros ejemplos contemporáneos. A través de esta revisión se extraen lecciones útiles para entender cómo podría desarrollarse un bloqueo chino. Además, se argumenta que no existen alternativas logísticas adecuadas para sustituir el tráfico marítimo hacia Taiwán; el transporte aéreo, los submarinos o pequeñas embarcaciones no pueden reemplazar el volumen de carga que llega por barcos mercantes. También se abordan las implicaciones legales de un bloqueo en el marco del derecho internacional: se diferencian los términos “bloqueo” y “zona de exclusión” y se analiza cómo China podría justificar legalmente sus acciones. Finalmente, se evalúan los efectos económicos globales de un bloqueo prolongado, especialmente considerando la dependencia mundial de los semiconductores producidos en Taiwán.
Capítulo 3: Un marco analítico para el análisis del bloqueo
Aquí se desarrolla el marco metodológico y conceptual para analizar diferentes escenarios de bloqueo. Se identifican dos “escaleras de escalada”, una para China y otra para la coalición formada por Taiwán, Estados Unidos y eventualmente Japón. Cada parte puede decidir intensificar o contener su respuesta a medida que evoluciona el conflicto. Por ejemplo, China puede empezar con operaciones no militares (como la Guardia Costera), luego usar minas y submarinos, después pasar a ataques directos en alta mar y finalmente atacar objetivos en Taiwán o bases aliadas. En respuesta, Taiwán y EE.UU. podrían optar por una defensa limitada, ataques defensivos, intervención directa o incluso un conflicto generalizado. Este marco genera una matriz de escenarios posibles, cada uno representando una combinación específica de escaladas. Además, el capítulo introduce el uso de juegos “libres” (sin restricciones de escalada) para observar cómo evolucionaría el conflicto de forma natural. Se busca así entender mejor las dinámicas de escalada y cómo las decisiones políticas y militares afectan las probabilidades de conflicto mayor.
Capítulo 4: Juegos de guerra sobre un bloqueo
Este capítulo explica la estructura concreta de los wargames. Se organizaron en tres módulos:
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Disponibilidad de barcos mercantes: Se estudia qué flotas podrían estar disponibles para enviar suministros a Taiwán. Se consideran barcos taiwaneses, estadounidenses y aliados, su capacidad, tiempo de activación y disposición a asumir riesgos.
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Carga efectiva que llega a Taiwán: Se analizan las rutas, el uso de convoyes, la efectividad de la interdicción china, y la capacidad defensiva de escoltas navales. Según el nivel de escalada, se usan distintos modelos: vigilancia y seguimiento (ISR), combate de convoyes o guerra total (usando el modelo TOW: Taiwan Operational Wargame).
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Impacto del bloqueo en la sociedad taiwanesa: Se mide el efecto en la economía y sociedad de Taiwán, evaluando importaciones, producción interna y consumo semanal. Se simulan crisis energéticas, alimentarias o sanitarias según el grado de desabastecimiento.
El capítulo también describe cómo se condujeron las 26 iteraciones del juego, incluyendo variantes según niveles de preparación, intervenciones extranjeras o cambios en la postura militar de los jugadores.
Capítulo 5: Análisis de los resultados de los juegos de guerra
En este capítulo se presentan los resultados de las simulaciones, sin declarar ganadores o perdedores, sino enfocándose en tres indicadores: pérdidas militares, carga que logra entrar a Taiwán, y efectos socioeconómicos. Se extraen varias conclusiones clave:
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Los bloqueos producen siempre víctimas. Incluso en los escenarios menos intensos, se registraron miles de bajas, y en los más intensos EE.UU. perdió docenas de barcos y cientos de aviones.
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El riesgo de escalada es constante. En la mayoría de los juegos, los actores terminaban intensificando sus acciones como respuesta a provocaciones, a menudo sin quererlo. Algunos terminaron en guerra total.
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Taiwán no puede resistir sola. Si China emplea fuerzas militares, Taiwán necesita intervención estadounidense para evitar el colapso. Incluso con ayuda estilo “Ucrania”, los bloqueos más agresivos resultaban casi imposibles de romper sin combate directo.
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La energía y los barcos mercantes son cuellos de botella. Taiwán se queda sin gas natural en 10 días. Tiene reservas de petróleo y carbón, pero también se agotan si no se reabastecen. La capacidad de fletar barcos mercantes para romper el bloqueo es crítica; sin ellos, la resistencia no es viable.
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El bloqueo no es un camino fácil para China. Los costes humanos y materiales son altos, incluso si logra cortar el comercio. Además, puede provocar una coalición internacional y arriesga perder activos clave para una futura invasión.
Capítulo 6: Recomendaciones políticas y conclusión
El informe cierra con recomendaciones para Estados Unidos, Taiwán y sus aliados con el objetivo de disuadir o resistir un bloqueo:
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Preparar las flotas mercantes: Hay que prever el uso de barcos bajo control taiwanés, registrar buques clave bajo programas como VISA (Voluntary Intermodal Sealift Agreement), asegurar contratos de LNG y crear puertos de transbordo en Japón, Guam y Australia.
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Fortalecer la infraestructura energética de Taiwán: Ampliar reservas de petróleo y carbón, mantener las plantas nucleares abiertas, reforzar redes eléctricas y establecer mecanismos de racionamiento eficientes para una emergencia.
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Planear la asistencia militar de EE.UU. durante un bloqueo: Preparar convoyes, entrenar fuerzas para operaciones de ruptura de bloqueo, coordinar con Japón y prever operaciones de reabastecimiento aéreo.
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Prepararse para contrarrestar y terminar un bloqueo: Entender que romper un bloqueo no es como repeler una invasión. A veces conviene esperar unos días antes de actuar para construir una coalición. Además, hay que ofrecer “salidas” a China que permitan una desescalada sin humillaciones.
La conclusión enfatiza que no hay una fórmula mágica para garantizar el éxito, sino que se requiere una preparación amplia, capacidades diversas y planificación coordinada. Los autores advierten que, aunque el conflicto es poco probable, es posible, y que la preparación es la mejor forma de prevenirlo.
Anexo A: Proyectos anteriores sobre Taiwán
Este anexo resume investigaciones previas realizadas por CSIS sobre conflictos relacionados con Taiwán. Menciona particularmente el informe de 2023 titulado “The First Battle of the Next War”, centrado en un escenario de invasión anfibia de China sobre Taiwán. Ese proyecto anterior ayudó a sentar las bases metodológicas del estudio actual, y varios de sus participantes y enfoques se reutilizaron. El anexo también señala que, mientras el informe de 2023 se enfocaba en un conflicto de alta intensidad y duración breve, el escenario de bloqueo es más prolongado, complejo y escalonado. Además, se explica por qué un bloqueo merecía su propio estudio: tiene características políticas y operacionales muy diferentes respecto a una invasión total.
Anexo B: Modelado de la economía taiwanesa
En este anexo se detalla el modelo económico que se utilizó para simular los efectos de un bloqueo sobre Taiwán. El modelo incluye categorías esenciales como alimentos, energía (dividida en petróleo, gas natural y carbón), medicinas y productos industriales críticos. Se introdujeron datos reales sobre reservas, consumo y capacidad de producción local. Por ejemplo, se consideraron que Taiwán importa el 98% de su energía, y que solo tiene entre 10 a 30 días de reservas dependiendo del recurso. También se simularon los efectos del racionamiento, el mercado negro y el uso de energía renovable o nuclear como mitigación. El modelo se ejecutaba semanalmente para estimar el grado de escasez o colapso según el volumen de carga que lograba entrar en la isla.
Anexo C: Modelado del entorno naval
Este anexo describe cómo se modelaron las operaciones navales en el contexto del bloqueo. Se utilizaron diferentes niveles de complejidad dependiendo del grado de escalada. En los niveles bajos, se asumía que China solo usaba vigilancia marítima o fuerzas paramilitares (como la Guardia Costera). A medida que escalaba el conflicto, se integraban submarinos, fragatas y misiles antibuque. Las operaciones navales se simularon usando el modelo TOW (Taiwan Operational Wargame) desarrollado por CSIS, que representa buques individuales y sus capacidades de detección, combate y supervivencia. También se simularon convoyes con escoltas, interdicciones y operaciones de reabastecimiento. Las decisiones sobre si atacar o no a los buques mercantes eran críticas, ya que podrían provocar la intervención directa de EE.UU. o Japón.
Anexo D: Modelado del entorno aéreo
Este anexo detalla cómo se incorporaron las fuerzas aéreas al wargame. Incluye cazas, bombarderos, aeronaves ISR (inteligencia, vigilancia y reconocimiento), y defensas antiaéreas tanto chinas como aliadas. Se simularon combates aéreos, ataques a barcos desde el aire y misiones de escolta o patrullaje. El modelo incluía también aviones civiles que podrían actuar como transporte de emergencia o ser objetivo de interferencia. Se destaca que el control aéreo es esencial para garantizar el paso seguro de convoyes, y que la superioridad aérea aliada no siempre garantiza el éxito, ya que la distancia desde las bases afecta significativamente el tiempo en misión y la frecuencia de salidas.
Anexo E: Escenarios de juego de guerra
Este anexo enumera y describe los 26 escenarios específicos que se ejecutaron en los juegos de guerra. Cada escenario explora una combinación distinta de variables, como:
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Grado de preparación previa de Taiwán (alta o baja).
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Nivel de escalada china (zona gris, uso limitado de fuerza o ataque directo).
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Participación o no de Estados Unidos.
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Nivel de cooperación japonesa.
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Intensidad del bloqueo.
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Tiempo transcurrido antes de que EE.UU. actúe militarmente.
Cada escenario se repetía para observar cómo evolucionaban las decisiones bajo distintas condiciones. Algunos ejemplos incluyen: un escenario con Taiwán mal preparada y sin intervención estadounidense, otro con respuesta rápida de EE.UU. y apoyo total japonés, y uno con una estrategia de respuesta limitada centrada en disuasión no militar.
Anexo F: Escenario narrativo completo
Este último anexo presenta un relato detallado de uno de los juegos de guerra, contado como una cronología narrativa. Comienza con movimientos iniciales de China: establecimiento de una “zona de inspección marítima” bajo pretexto de ejercicios militares, seguida de la detención de buques comerciales. Se describe la reacción gradual de Taiwán, Estados Unidos y Japón, incluyendo debates internos, presión internacional, misiones humanitarias, intentos de romper el bloqueo, y finalmente una escalada a enfrentamientos militares limitados. Este relato muestra cómo la situación puede deteriorarse incluso cuando los actores buscan evitar una guerra general, y sirve como ilustración de los dilemas reales que enfrentan los tomadores de decisiones en un conflicto de este tipo.
📆 Semana 1: Inicio del bloqueo encubierto
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China anuncia ejercicios militares “de rutina” en el Estrecho de Taiwán y el Mar de China Oriental.
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Declara una “zona de inspección” para garantizar la “seguridad marítima”, y comienza a desviar o detener barcos que se dirigen a puertos taiwaneses.
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Buques de la Guardia Costera China abordan embarcaciones civiles y las obligan a atracar en puertos chinos.
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Taiwán denuncia públicamente la agresión pero evita una respuesta militar directa.
📆 Semana 2: Cortes en el tráfico marítimo y reacción internacional
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China intensifica las inspecciones y bloquea formalmente el acceso a los principales puertos taiwaneses, incluidos Kaohsiung y Keelung.
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Varias navieras internacionales suspenden voluntariamente sus rutas hacia Taiwán por temor a represalias.
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El precio de los semiconductores en los mercados globales se dispara.
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Estados Unidos convoca al Consejo de Seguridad de la ONU, pero China veta cualquier resolución.
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Japón expresa “profunda preocupación”, pero aún no interviene.
📆 Semana 3: Primeras respuestas aliadas y aumento de presión
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Estados Unidos comienza a enviar aviones de patrullaje ISR y despliega destructores en el Pacífico Occidental.
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Taiwán activa medidas de emergencia energética, racionando gas natural y petróleo.
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China moviliza submarinos y buques de guerra para patrullar el perímetro de la isla.
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Estados Unidos solicita apoyo logístico a Japón, quien accede a usar puertos como bases de reabastecimiento.
📆 Semana 4: Intervención limitada y convoy humanitario
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Un convoy de barcos mercantes escoltado por destructores estadounidenses intenta llegar a Taiwán.
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China emite advertencias, pero no ataca directamente; sin embargo, envía drones y realiza maniobras intimidatorias.
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Uno de los buques mercantes sufre una colisión sospechosa con un barco no identificado.
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Estados Unidos declara que el convoy transporta ayuda humanitaria crítica y solicita respeto al derecho internacional marítimo.
📆 Semana 5: Primer enfrentamiento militar
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Un buque chino lanza un misil de advertencia a pocos kilómetros de un destructor estadounidense.
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En respuesta, EE.UU. derriba un dron chino que se acercaba peligrosamente al convoy.
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China acusa a EE.UU. de “provocación grave”.
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La tensión escala rápidamente: ambos bandos colocan sus fuerzas en estado de alerta máxima.
📆 Semana 6: Escalada controlada
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Estados Unidos establece una zona de exclusión aérea limitada alrededor del convoy.
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Japón autoriza el uso de fuerza defensiva por parte de sus destructores en misión conjunta.
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Taiwán recibe el primer cargamento marítimo importante desde el inicio del bloqueo, aunque bajo intenso estrés logístico.
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Las pérdidas económicas para China comienzan a ser significativas debido a sanciones financieras de Estados Unidos y Europa.
📆 Semana 7: Ciberguerra y guerra de información
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China lanza una oleada de ataques cibernéticos contra infraestructuras críticas en Taiwán y bases militares estadounidenses en Guam.
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En Taiwán, se interrumpe temporalmente el suministro eléctrico en tres ciudades principales.
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EE.UU. responde con contraataques cibernéticos y difunde imágenes satelitales para denunciar el bloqueo.
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Comienza una guerra de narrativas en redes sociales, con ambas partes intentando ganar apoyo internacional.
📆 Semana 8: Punto de inflexión
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China hunde un barco mercante que desobedeció órdenes de desvío. Mueren 12 marineros civiles.
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EE.UU. destruye una fragata china involucrada en el ataque.
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Japón, tras un acalorado debate interno, aprueba el uso activo de la fuerza para proteger el comercio hacia Taiwán.
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El Consejo de Seguridad de la ONU entra en crisis diplomática sin resolución.
📆 Semana 9–10: Riesgo de guerra total
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Se producen escaramuzas navales dispersas en el Mar de China Oriental y el Pacífico Occidental.
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Varios países del sudeste asiático (Filipinas, Corea del Sur, Australia) llaman a una desescalada inmediata.
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EE.UU. y China inician comunicaciones militares de emergencia a través de canales diplomáticos.
📆 Semana 11: Ventana para una salida negociada
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Estados Unidos propone una pausa humanitaria temporal para permitir el abastecimiento limitado de Taiwán.
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China accede a una suspensión parcial de las “inspecciones” a cambio de que EE.UU. retire temporalmente sus convoyes militares.
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Comienza un proceso de mediación discreta, posiblemente liderado por Suiza o Singapur.
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Se detienen los enfrentamientos mayores, pero la situación sigue siendo inestable.
📌 Observaciones finales
Este escenario ilustra cómo un conflicto aparentemente limitado —como un bloqueo sin invasión directa— puede escalar rápidamente hacia enfrentamientos militares y crisis globales. También muestra que, aunque ambas partes intentan evitar una guerra generalizada, las dinámicas de escalada, errores de cálculo y presión política interna pueden conducir a una situación casi incontrolable.
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